Financiación de una empresa emergente

Actualmente, la cantidad de capital necesaria para poner en marcha un negocio de tamaño medio no es tan elevada como la que buscaban los emprendedores hace unos años. Según un estudio reciente, el año pasado el 40 % de las nuevas empresas necesitó menos de 15 000 $ de financiación inicial y aproximadamente dos tercios de las nuevas empresas requirieron menos de 150 000 $.

Esta racionalización del capital se debe, en parte, a que las empresas han sustituido la mano de obra y las campañas de marketing extravagantes por tecnología y un enfoque operativo más práctico. Otro factor es que los bancos han impuesto restricciones financieras en lugar de la recesión global. Los emprendedores ya no inflan sus costes iniciales, lo que facilita que se consigan préstamos e inversiones más reducidos.

Hay muchos emprendedores que, lógicamente, optan por recurrir primero a amigos y familiares en busca de fondos para sus proyectos. Si bien esta es la situación ideal, con intereses y plazos de pago bajos o nulos, los seres queridos han sufrido los mismos reveses económicos y no disponen de los ahorros que tuvieron en el pasado.

Por lo tanto, cada vez son más los emprendedores rescatados por inversores ángel, inversores privados que ofrecen pequeñas cantidades de dinero con tasas de devolución más bajas que las de los inversores en capital riesgo, bancos o accionistas. Por lo general, los inversores ángel esperan que la empresa tenga una estrategia de salida de 5 a 10 años. Los emprendedores pueden crear una relación con estos inversores ángel basada en las necesidades de cada uno. Algunos inversores asumen una función de gestión, mientras que otros se sientan tranquilamente y llevan la inversión hasta el final.